jueves, 23 de noviembre de 2006

New York, new york (Final)

Vuelven los calambres a las dos piernas, lo que me obliga a parar de nuevo, estirar y andar un poco. Me da miedo caminar durante mucho rato, porque igual luego en frio no puedo ni arrancar a correr. La verdad es que voy tan pinchado que incluso echo dos bocados a un plátano.

A falta de tres kilómetros, me adelanta otro cobarde con camiseta también de la selección española. "¿qué tal vas?"- me pregunta. "Jodido, pero para lo que queda de convento ...". Me debe ver mal ya que se queda conmigo. Vamos hablando, la verdad es que de pulmones al ritmo que he completado los últimos kilometros (trontron cochinero de 7 km/min) voy sobrado, pero las piernas, .....
Javier, que así se llama este buen valenciano, me acompaña estos tres últimos km, correr sólo es duro. Gracias Javier, por este apoyo al final del recorrido.


Entramos en Central Park, ¡ya no queda nada! Espero encontrarme de nuevo con Nines, Agus, Melissa e Ian. Me daran el último aliento. Ahhh allí están. Besos y más besos guapos, gracias por vuestros ánimos.

4:09 minutos y llegó, pienso que el ganador hace rato que está duchado, comido e incluso ha recibido un buen masaje. Ha sido duro, sobre todo desde el km 30, con calambres en ambas piernas. "Para el siguiente hay que entrenar más y distancias más largas" -me convenzo. Pero, llegamos, llegamos y llegamos

Tras acabar sólo puedo dar las gracias: Gracias a Nines y Carla por aguantar muchas de mis salidas a entrenar robando tiempo de su compañía; a toda la familia y amigos cuyos ánimos he sentido cerca a pesar de haber un océano de por medio; a Ian, Melissa y Agus por acogernos y ser nuestros cicerones en NY; al "equipo maño" por los consejos e ilusión compartida; a Javier por la compañía en los últimos kilómetros; y al público y voluntarios por su apoyo desinteresado.
La verdad es que con todos ellos, los kilometros, bueno las millas van pasando más rápidamente de lo normal.

Posiblemente la gente que presencia en la calle la maratón de Nueva York debería ser la única sustancia dopante permitida. Aquí en España nos queda mucho que aprender.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Venga, macho deja de enrollarte tanto con el blog este, y atiende a tu hija Carla. Ya esta bien

Anónimo dijo...

papi,deja de escribir como si fueras mami, y cuentame un cuento

Anónimo dijo...

Un placer teneros por aqui, levantarme a las 4 para ir a llevarte, animarte durante la carrera y disfrutar de un gran dia viendo como tu y otros 37,999 cobardes se parten el pecho, la espalda y las piernas para acabar semejante carreron en la mejor ciudad del mundo.

Anónimo dijo...

Este hombre es un crack, que sepáis que junto a txema lacambra se ha postulado como uno de los organizadores de la primera media maratón en el centro penitenciario de zuera. Por decirlo de alguna manera uniremos a su gran capacidad física, su gran corazón...y por supuesto el de Nines e Ian...ay perdón Carla...

Besicos,
carlos

Anónimo dijo...

La verdad es que no se como no has ganado la maratón porque según dices, cuando peor ibas llevabas un "trontron cochinero de 7 km/min", y claro, que llenvando a esa velocidad, no me extraña que añadas "...la verdad voy sobrado, pero las piernas...", te tenían que doler de narices, ya me dirás que comes porque lo tuyo debe ser alguna aleación rara de titanio. Ya le gustaría al mismísimo Michael Schumacher que su Ferrari hubiera podido alcanzar los 420 Km/h para poder ganar el campeonato del mundo...