Je sui demodé

Tenía ganas de que llegara la vuelta al cole, no por gastar corticoles, sino por recuperar  un pequeño espacio para uno mismo. El madrugar agota, y gracias a ello Carla y Yago duermen a eso de las 21:30/21:45h, permitiendo una o dos horitas de lectura, correrías, internet, tele (más alla de Clan) o simplemente de sueño reparador.

Ayer una horita de correr, y hoy ese blog abandonado a la deriva.

Hacia tiempo que no me ponía a teclear. Iba a pedir perdón a mis lectores/seguidores, pero como apenas hay 5 o 6 .... No ha sido por falta de inspiración, han ido surgiendo, en mis idas y venidas al laburo, diversos temas; pero andaba un poco vaguete para desarrollarlos. 

En mitad de las vacaciones, estaba cavando el foso de uno de los interminables(*) castillos de arena con los que he adornado la playa de Torredembarra, cuando topé con un filón.
Realmente, aunque no sea un amante de las playas abarrotadas, son un buen lugar para observar la fauna que componemos esta sociedad. De hecho en esta estancia veraniega, yo he tomado conciencia que ya estoy pasado de moda: ni llevo tatuajes, ni voy depiladito, mi bañador podríamos definirlo como "gris", no luzco un calzoncillo (bueno la goma de un calzoncillo) de marca bajo ese bañador "gris", ni tampoco luzco esas gafas de sol de cristales verdes que ahora vuelven a marcar tendencia.

En sí, ser un demodé no es un hecho que me quite el sueño. Para mi es incluso más fácil, amo mi ropa vieja y desgastada, que ya se ha amoldado a tu cuerpo. Yo prefiero la comodidad. Antes sencillo que muerto. Y como todo lo que está de moda acaba pasando para luego volver, casi lo más práctico es no seguirla. ¿me habré convertido en un clásico entonces?

Aaajjjj! eso sí que me preocupa. Un clásico no!!

Por eso mañana mismo, antes de que acabe el verano, bajaré a la piscina de casa en perfecto estado de revista: tatuado (Carla tiene un juego para hacer calcamonías de colores), bien depiladito (aunque dado mi perfil de oso es una batalla perdida, a no ser que el láser lo solucione  y no soy un Jedi), con la goma de unos calzoncillos Calvin Klein, recien comprados, asomando por encima de mi bañador "gris" (que habre pintado creo que de morado), con las gafas de sol de mi padre (guarda unas con montura dorada y cristales verdes muy trendy) y si me apuras me colocaré uno de los múltiples pendientes divorciados de Nines como piercing en vete a saber donde.

Ah! una muestra de algo de modernidad residual: Facto delafe ....

(*) Digo interminables porque Yago y Carla, acababan con ellos antes de poner la ultima piedra, perdón el último granito de arena.