Ya llegó Yago, con cuatro kilos bajo el brazo y muchos esfuerzos de su mami.
La verdad que un parto es un momento duro pero que sublima amor y cierto tipo de belleza (llamemosle naturaleza tal cual).
Llegados a este punto y dejando de lado otros aspectos más interesantes, justo al poco de dejar el paritorio sólo se me ocurría una cosa: no parir es de cobardes. Yo haciéndome el machito que si corro por aquí, que si corro por allá, que si el maratón ... La machota es Nines (y todas las mamás).
Bueno que me disperso. Aquí tenéis una foto de Yago. Ahora llora y Carla también reclama mi atención. En breve más
2 comentarios:
Enhorabuena a la madre, a la hermana y al padre qe nunca se acuerdan de nosotros.
QUe este aconteimiento no sea una excusa para abandonar aun mas tu blog
Poned mas fotos de nuestro primer sobrinoooo, por favor.
Besos,
Patricia
Publicar un comentario